


Pintando lo Efímero: Una Entrevista con Ángela Leyva
Pintando lo Efímero: Una Entrevista con Ángela Leyva
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Bella Luna
Bella Luna
Photography by Darryl Richardson
Introducción
En su estudio en la Ciudad de México, Ángela Leyva transforma archivos en pinturas evocadoras que desafían los límites de la memoria y la existencia. Educada en la Esmeralda y SOMA, y con estudios doctorales en la UNAM, fusiona exploración artística con historia personal, inspirándose en los archivos clínicos de su padre para crear imágenes que honran la delicada impermanencia de la vida humana. El trabajo de Ángela desdibuja las líneas entre documentación e imaginación, invitándonos a un espacio donde memoria, melancolía y preservación coexisten. A través de su arte, genera un diálogo único entre el pasado y el presente, ofreciendo una reflexión intemporal sobre la identidad y la existencia.
Estos archivos se convierten en un espacio para existir. — Ángela Leyva
Antecedentes: Educación e Inspiración
El viaje de Ángela Leyva comenzó con una formación formal en la Esmeralda, una reconocida escuela de arte en Ciudad de México. Posteriormente, realizó estudios avanzados en SOMA y ahora está completando su doctorado en la UNAM, enfocándose en la pintura como una práctica de archivo. Su interés en el trabajo de archivo surgió al examinar registros médicos e imágenes que pertenecían a su padre, un genetista cuyo trabajo abordó casos pediátricos raros y complejos. Esta exposición despertó su fascinación por la intersección entre genética, morfología y las posibles narrativas a incrustar en las imágenes clínicas.

Explorando el Archivo y el Concepto de Melancolía
Su obra se adentra en archivos clínicos para explorar las vidas de niños cuyas condiciones genéticas a menudo limitan su futuro. “Estos archivos se convierten en un espacio para existir”, explica, imaginando sus pinturas como una forma de preservar momentos que de otra manera podrían desvanecerse. Este enfoque trata su obra como un santuario para recuerdos efímeros.
Me interesó mucho trabajar con esa imagen, una imagen del infante que queda en este espacio pictórico para mirar y ser mirado. También está esta cuestión de la mirada, de cuando tú miras un retrato y ese retrato te mira a ti, creando este ping-pong bonito de preguntas. — Ángela Leyva
A través de su serie Bilis Negra, Ángela conecta a los seres con los que trabaja con temas de melancolía y memoria. “En la medicina antigua, se creía que un exceso de bilis negra significaba un exceso de melancolía”, señala. Esto la inspiró a crear retratos que parecen existir en un estado suspendido de tiempo, como recuerdos “atrapados en el pasado”.
Proceso Artístico y Evolución
Inicialmente, Ángela utilizó una técnica que transfería elementos de fotografías clínicas a lienzos mediante grabado experimental. Al trabajar parcialmente las imágenes, mantenía el anonimato de las vidas mientras exploraba la profundidad emocional en sus “rastros”. Este enfoque le permitió equilibrar el respeto por la naturaleza personal del archivo con su propia interpretación artística.
Con el tiempo, su trabajo se alejó de estas transferencias fotográficas, volviéndose más abstracto y pictórico. “Quise explorar a los personajes más allá de sus rasgos físicos”, explica. Esta evolución desplazó su enfoque de la representación literal hacia una exploración más interpretativa, permitiendo que los seres existieran como presencias ambiguas y emocionales, abrazando una narrativa de ficción y memoria. Al examinar a los rostros, Ángela reflexiona sobre la naturaleza caprichosa de la memoria: “La memoria puede inventar tanto como recuerda”. Sus pinturas invitan a los espectadores a (re)crear sus propias historias, combinando hechos con ficción al interactuar con la imagen frente a ellos.


Puntos Clave
¿Cómo actúa la pintura como un espacio de preservación?
Para Ángela, la pintura ofrece un medio permanente e íntimo que supera la fragilidad de los archivos digitales y fotográficos. “La pintura guarda un sentido de historia y preservación”, dice, posicionando su trabajo como una especie de homenaje duradero a vidas que de otra manera podrían permanecer invisibles.
¿Qué rol juega la melancolía en tu obra?
La noción de melancolía es central en el trabajo de Ángela, donde la memoria y la nostalgia convergen para dar voz a identidades “olvidadas en archivos”. “La interpretación del espectador es esencial”, comparte, enfatizando la libertad de inventar y cuestionar los orígenes e historias de las vidas que retrata en sus pinturas.
¿Cómo ha transicionado tu práctica artística?
La práctica en evolución de Ángela refleja su creciente distancia de la representación literal. Al difuminar y abstraer pasa de la documentación histórica hacia un espacio más imaginativo y pictórico, creando figuras más surreales y amorfos que ocupan un espacio de otro mundo. Estas figuras ya no están directamente conectadas a los presencias de archivo, sino que encarnan una “trascendencia más allá de la realidad”, como ella lo describe.
Uso de IA en el arte
Su investigación doctoral incorpora IA para crear “ensamblajes y mutaciones entre imágenes”, combinando pintura tradicional con manipulación digital. Este enfoque híbrido permite a Ángela experimentar con nuevas formas y plantea preguntas sobre la identidad y la posibilidad de la existencia en la era digital.
Performance como una mirada ritual al mundo creativo
Como una forma de honrar su proyecto Bilis Negra, Ángela visualiza una performance pública para deconstruir y revelar el proceso detrás de su obra. “Sí, destruir y mostrar. Destruir en el sentido de que quiero develar la imagen y la práctica que he estado trabajando durante tanto tiempo… sería más bien un ritual, una manera de mostrar o exhibir el proceso para que la gente pueda entender, porque muchas veces no entienden lo que implica—y está bien; también es parte de la magia.”

Introducción
En su estudio en la Ciudad de México, Ángela Leyva transforma archivos en pinturas evocadoras que desafían los límites de la memoria y la existencia. Educada en la Esmeralda y SOMA, y con estudios doctorales en la UNAM, fusiona exploración artística con historia personal, inspirándose en los archivos clínicos de su padre para crear imágenes que honran la delicada impermanencia de la vida humana. El trabajo de Ángela desdibuja las líneas entre documentación e imaginación, invitándonos a un espacio donde memoria, melancolía y preservación coexisten. A través de su arte, genera un diálogo único entre el pasado y el presente, ofreciendo una reflexión intemporal sobre la identidad y la existencia.
Estos archivos se convierten en un espacio para existir. — Ángela Leyva
Antecedentes: Educación e Inspiración
El viaje de Ángela Leyva comenzó con una formación formal en la Esmeralda, una reconocida escuela de arte en Ciudad de México. Posteriormente, realizó estudios avanzados en SOMA y ahora está completando su doctorado en la UNAM, enfocándose en la pintura como una práctica de archivo. Su interés en el trabajo de archivo surgió al examinar registros médicos e imágenes que pertenecían a su padre, un genetista cuyo trabajo abordó casos pediátricos raros y complejos. Esta exposición despertó su fascinación por la intersección entre genética, morfología y las posibles narrativas a incrustar en las imágenes clínicas.

Explorando el Archivo y el Concepto de Melancolía
Su obra se adentra en archivos clínicos para explorar las vidas de niños cuyas condiciones genéticas a menudo limitan su futuro. “Estos archivos se convierten en un espacio para existir”, explica, imaginando sus pinturas como una forma de preservar momentos que de otra manera podrían desvanecerse. Este enfoque trata su obra como un santuario para recuerdos efímeros.
Me interesó mucho trabajar con esa imagen, una imagen del infante que queda en este espacio pictórico para mirar y ser mirado. También está esta cuestión de la mirada, de cuando tú miras un retrato y ese retrato te mira a ti, creando este ping-pong bonito de preguntas. — Ángela Leyva
A través de su serie Bilis Negra, Ángela conecta a los seres con los que trabaja con temas de melancolía y memoria. “En la medicina antigua, se creía que un exceso de bilis negra significaba un exceso de melancolía”, señala. Esto la inspiró a crear retratos que parecen existir en un estado suspendido de tiempo, como recuerdos “atrapados en el pasado”.
Proceso Artístico y Evolución
Inicialmente, Ángela utilizó una técnica que transfería elementos de fotografías clínicas a lienzos mediante grabado experimental. Al trabajar parcialmente las imágenes, mantenía el anonimato de las vidas mientras exploraba la profundidad emocional en sus “rastros”. Este enfoque le permitió equilibrar el respeto por la naturaleza personal del archivo con su propia interpretación artística.
Con el tiempo, su trabajo se alejó de estas transferencias fotográficas, volviéndose más abstracto y pictórico. “Quise explorar a los personajes más allá de sus rasgos físicos”, explica. Esta evolución desplazó su enfoque de la representación literal hacia una exploración más interpretativa, permitiendo que los seres existieran como presencias ambiguas y emocionales, abrazando una narrativa de ficción y memoria. Al examinar a los rostros, Ángela reflexiona sobre la naturaleza caprichosa de la memoria: “La memoria puede inventar tanto como recuerda”. Sus pinturas invitan a los espectadores a (re)crear sus propias historias, combinando hechos con ficción al interactuar con la imagen frente a ellos.


Puntos Clave
¿Cómo actúa la pintura como un espacio de preservación?
Para Ángela, la pintura ofrece un medio permanente e íntimo que supera la fragilidad de los archivos digitales y fotográficos. “La pintura guarda un sentido de historia y preservación”, dice, posicionando su trabajo como una especie de homenaje duradero a vidas que de otra manera podrían permanecer invisibles.
¿Qué rol juega la melancolía en tu obra?
La noción de melancolía es central en el trabajo de Ángela, donde la memoria y la nostalgia convergen para dar voz a identidades “olvidadas en archivos”. “La interpretación del espectador es esencial”, comparte, enfatizando la libertad de inventar y cuestionar los orígenes e historias de las vidas que retrata en sus pinturas.
¿Cómo ha transicionado tu práctica artística?
La práctica en evolución de Ángela refleja su creciente distancia de la representación literal. Al difuminar y abstraer pasa de la documentación histórica hacia un espacio más imaginativo y pictórico, creando figuras más surreales y amorfos que ocupan un espacio de otro mundo. Estas figuras ya no están directamente conectadas a los presencias de archivo, sino que encarnan una “trascendencia más allá de la realidad”, como ella lo describe.
Uso de IA en el arte
Su investigación doctoral incorpora IA para crear “ensamblajes y mutaciones entre imágenes”, combinando pintura tradicional con manipulación digital. Este enfoque híbrido permite a Ángela experimentar con nuevas formas y plantea preguntas sobre la identidad y la posibilidad de la existencia en la era digital.
Performance como una mirada ritual al mundo creativo
Como una forma de honrar su proyecto Bilis Negra, Ángela visualiza una performance pública para deconstruir y revelar el proceso detrás de su obra. “Sí, destruir y mostrar. Destruir en el sentido de que quiero develar la imagen y la práctica que he estado trabajando durante tanto tiempo… sería más bien un ritual, una manera de mostrar o exhibir el proceso para que la gente pueda entender, porque muchas veces no entienden lo que implica—y está bien; también es parte de la magia.”
